sábado, 12 de marzo de 2011

Refugios en Castellón


REFUGIOS

Según los diccionarios un refugio antiaéreo es  una “construcción adecuada destinada a proteger las personas de los efectos de los bombardeos aéreos, especialmente subterránea, de hormigón armado”
Durante esta guerra los refugios serán fundamentales, por que la aviación y los bombardeos  representaron un papel importante en la guerra. La población cuando escuchaba el ruido de las sirenas o de los aviones, buscaban un escondite bajo tierra. En otros lugares, la gente huía hacia las montañas o a alguna cueva.

Hasta marzo de 1937 no hay ninguna referencia sobre refugios en Castellón. El bombardeo del crucero “Baleares” el 23 de marzo de 1937 será el detonador que hará que las autoridades de Castellón se preocupen de la situación.

La junta de defensa,que era una entidad pública que organizaba la protección antiaérea, define en sus memorias como se construía un refugio: < Deben construirse en terrenos compactos y resistentes, en general, sin peligro de filtraciones > que se situarán en plazas o calles grandes y da datos  técnicos , de medidas y de instalaciones de aparatos ventiladores y generadores para la defensa antigás. Tenían que hacerse con un pavimento de hormigón eficaz contra las bombas de aviones.

En cada distrito la Junta del Distrito organizaba sus refugios y cada uno de ellos tenia un responsable propio. La iniciativa pública quería llenar todo Castellón, pero la falta de fondos y el avance de la guerra frenaron gran parte de las propuestas. Muchos vecinos se crearon sus propios refugios particulares en sus casas. Muchos pasadizos permitieron comunicar los refugios, formando un mundo subterráneo de entradas y salidas.

La mayoría de los refugios eran privados, unos 300, en contra de los 43 públicos. Los públicos eran unas galerías subterráneas excepto 7 que eran de cemento armado. En el grao los refugios eran superficiales debidas a las condiciones del terreno.

Los refugios públicos estaban preparados para recibir entre 100 y 200 personas, los mas grandes hasta 1000. Se situaron en diversos sitios : calle Mayor, plaza Sixto Cámara, plaza Clave , calle San Roque,, calle Teodoro Izquierdo, calle Navarra, plaza Cuartel, calle Fola, calle Gobernador; plaza Tetuan, plaza de la independencia, calle Félix Breva y calle Vilarroig Temprado. Los particulares tenían una capacidad entre 20 y 150 personas, excepto el de la calle Dolores Ibárruri(calle Cavallers) con una capacidad para 350 personas.

VIDA EN LOS REFUGIOS

El principal problema eran las aglomeraciones. Cuando escuchaban las sirenas la gente acudía al refugio mas cercano, pero la mayoría de personas esperaban a escuchar el ruido de los aviones y por lo tanto cuando iban hacia el refugio se producían aglomeraciones de gente a las entradas de los refugios. Por eso se creo una guardia de vigilancia.

Otro obstáculo era el amontonamiento de tierra en las calles y en la entrada de los refugios. Se fomentaron campañas para limpiar las calles, pero a medida que iban avanzando los bombardeos, se hacia mas difícil limpiar los escombros de las calles.

El interior de los refugios se iluminaba con linternas de aceite. Los refugios disponian de bancos y sillas para sentarse, ropa para cambiarse, y algunos hasta estanterías para colocar platos y vasos. Pero  aunque estuvieran bien preparados, estaba prohibido pasar la noche dentro.

Si la alarma se prolongaba, había riesgo de asfixia, por eso se instalaron sistemas de ventilación, como las chimeneas de Santa Clara.   

FINANCIAMIENTO

En junio de 1937 la Junta de Defensa propuso la construcción de 250 refugios, con una capacidad de entre 100 y 200 personas, para acoger  37000 personas y con un presupuesto de 10 millones de pesetas. Se hicieron subscripciones en una cuenta para donativos, y se creo un cuerpo de voluntarios. Se fijaron los días de trabajo y aprovecharon la mano de obra de los presos como en Santa Clara.

Des del Consejo Municipal de Castellón se pretendió construir un refugio de 100 personas en julio de 1937 por un coste total de 97.117,69 pesetas, i otro para 200 personas por un total de 113.964,13 pesetas. Pero este proyecto fue rechazado por la falta de recursos económicas, por lo que la cifra total de recursos se redujo a 150. Pero al final solo se hicieron 100, con un presupuesto de 8 millones de pesetas, financiadas entre el Ayuntamiento i el Estado.

A finales de 1937 hubo problemas para obtener hierro y cemento. Las construcciones se retrasaban y el Ayuntamiento tubo que recurrir a donaciones populares, i diversas obras para recaudar fondos.

El ultimo acuerdo municipal fue el 7 de junio de 1938 y habla de la paralización de la construcción de refugios por los peligros de la aglomeración de tierras. Cuando la ciudad cayó, solo se habían construido 43 refugios.

DESPUÉS DE LA GUERRA

Terminada la guerra la mayoría de las entradas de los refugios estaban embozadas. Durante los años 50 el ayuntamiento franquista , preocupado por la cantidad de bunkers en la ciudad y por los hundimientos de la plaza Tetuan i la Avenida del Mar, pretende consolidar y reforzar los refugios.

Actualmente aun se conservan algunos refugios como el de “La Farola”, que ha sido restaurado i se puede visitar
                                            En la imágen se muestran os vistas de los refugios de la plaza Santa Clara del casco urbano de Castellón.
Fuente: Grup per a la recerca de la memòria històrica(2007)
Castelló sota les bombes

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